20 de junio de 2019

Premios del XXII Concurso Literario I: Anaïs Solanilla Salamero, "La reina de espinas" (Primer Premio, Narrativa, 3º-4º de ESO)

Como os decíamos hace unos días, cuando se fallaron los premios del XXII Concurso Literario del IES "Baltasar Gracián"), vamos a ir publicando en nuestra web en sucesivas entradas los textos premiados en esta edición, empezando hoy, en esta primera entrada, con el Primer Premio de Narrativa, nivel 3º y 4º de ESO, obtenido por la alumna de 3º Anaïs Solanilla Salamero por su relato "La reina de espinas".
Os recordamos que los premios (diploma acreditativo y vale para adquirir productos en las librerías-papelerías de Graus) serán entregados el lunes 24 de junio en un acto público que tendrá lugar en la Sala de Conferencias del centro en el primer recreo (10:15-10:40 horas).

LA REINA DE ESPINAS

El sol encuentra un mundo de nieve al despertar; los copos cubren todo y como si de una cortina se tratara, lo esconden a los ojos de los curiosos. La puerta, de negro acero y coronada con púas, está ligeramente abierta, como a manera de invitación y deja a la vista un extenso jardín plagado de rosales; todos ahogados por las flores, todas rosas rojas. El olor es casi asfixiante y te persigue mientras avanzas, hundiendo tus botas en la nieve, por el sendero. Cuando el camino de piedras acaba y el persistente aroma de las rosas se desvanece, llegas al portón que da a palacio. Nadie lo custodia, y sus enormes hojas, talladas hace milenios por las manos de algún viejo maestro carpintero, están entreabiertas. Dentro, todas las salas están vacías, todas las cortinas cerradas, y el suelo, tan brillante que parece que camines por un espejo. Por los pasillos, los rostros de antiguos reyes te miran con altanería, como si no merecieses el simple hecho de pisar los suelos por los que alguna vez ellos caminaron; tratas de ignorar sus miradas acusatorias clavadas en tu nuca. A tu alrededor hay toda clase de riquezas: piedras preciosas, oro, estatuas de marfil, valiosas obras de arte… Y una parte de ti arde en deseos de cogerlas todas y huir de ahí, alejarse de todo y de todos. Pero no es eso lo que estás buscando hoy. Caminas con pasos largos y rápidos, sin un solo movimiento de más; siguiendo el sonido de una melodía y unos pies. Cuando entras, te la encuentras bailando por el salón, al ritmo de una canción que creías haber olvidado, pero que ahora golpea tu mente con fuerza. La locura brilla en sus ojos. La corona de cristal está hecha pedazos por el suelo y sus trozos se tiñen lentamente de rojo. Sus zapatos chapotean en la sangre cuando se mueve y aún alcanzas a oír los gritos de aquellos que la derramaron. Con movimientos lentos, se coloca una corona de rosas sobre la cabeza. Te sonríe y tú le devuelves la sonrisa. Hoy el sol no solo ha encontrado un mundo de nieve, ha encontrado un nuevo mundo.
Con la voz ligeramente ronca, cantas los últimos versos.

Cristales teñidos de rojo,
rubíes pagados con gritos,
rosas regadas con vidas.
Todo cubierto hielo
todo en silencio.
Pero, ella canta, ella canta
y no queda nadie para escucharla.

Que viva la reina de espinas.

Anaïs Solanilla Salamero




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